Los extintores domésticos son un elemento clave de seguridad en el hogar, ya que permiten actuar de forma inmediata ante un incendio incipiente, evitando que pequeñas llamas se conviertan en tragedias. Contar con un extintor adecuado en la cocina, garaje o cerca de zonas con riesgo de fuego no solo protege a las personas y a las mascotas, sino también los bienes materiales, reduciendo daños económicos. Además, su presencia aporta tranquilidad y prevención, ya que estar preparado frente a emergencias es siempre mejor que reaccionar tarde. Un hogar sin extintor es como un coche sin frenos: se puede vivir, pero el riesgo es innecesariamente alto.